Soldados de la ONG "Ejército español" acogen a un invasor marroquí

La resurrección del conde don Julián

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Ha resucitado el conde don Julián. Para las víctimas de la LOGSE y demás planes de cretinización colectiva: el conde don Julián es el individuo que, siendo gobernador de Ceuta en el año 711 de nuestra era —sí, siempre Ceuta...—, abrió las puertas de la ciudad para acoger, movido por nobles afanes humanitarios, a una oleada de desnutridos refugiados ansiosos de cruzar el Estrecho, cosa que hicieron con la colaboración de los barcos del bondadoso conde, al mando de un tal Táriq ibn Ziyad y bajo la protección y en nombre de Alá, el Misericordioso. Después de habernos prodigado su amistosa visita, los refugiados de entonces sólo volverían a cruzar el Estrecho, en sentido opuesto, setecientos años más tarde. Los de ahora se ignora cuándo.

El actual conde no se llama don Julián sino don Pedro

El actual conde no se llama don Julián sino don Pedro y se rodea de todo un consejo asesor compuesto de individuos de la calaña de una Carmen Calvo o de un Miguel Iceta. Su apoyo a la invasión, es cierto, no es tan descarado como el de su predecesor del siglo VIII. Sólo es larvado, incapaces como son todos ellos de tomar una sola decisión que esté mínimamente a la altura del desafío al que nos enfrentamos. ¿Cuántos moros nos han invadido ya en la nueva “marcha verde” destinada a conquistar Ceuta y Melilla? ¿Diez mil? ¿Más? ¿Cuántos más nos van a invadir esta noche o en las venideras, burlándose de

Unas tropas ridículamente desplegadas y que tienen prohibido mover un solo dedo

unas tropas ridículamente desplegadas en la playa y que tienen prohibido, las pobres, mover un solo dedo? ¿Diez mil, veinte mil más? ¿Cuántos más nos van a acabar invadiendo  a través del circuito organizado de autocares que los funcionarios del sultán han montado a lo largo y ancho de Marruecos? ¿Cuántos “refugiados” más nos van a llegar en esta “crisis migratoria”, en este “drama humanitario”, como se empeñan en llamarlo desde la bobería de la derechita cobarde y de la prensa del régimen?

¡Y dice Marlaska que ya han devuelto a cuatro mil! Nadie,  por supuesto, se lo cree. Preguntémonos más bien cuántos millones de euros el Gobierno del conde don Julián está dispuesto a pagar para que algún día le dejen devolver algunos pocos.

Como si la invasión no hubiese estado más que anunciada, como si no llevaran días avisando. Es cierto que, de momento —algo es algo—, todavía no se han asaltado las casas de los cristianos, ni se ha violado a sus mujeres, ni matado a sus hombres. Pero nuestros compatriotas de Ceuta se han atrincherado, con el alma en vilo, tras las puertas de sus viviendas. Nadie sale (salvo para saludar al conde don Julián a su llegada). Está claro:

Éstas no son noches para volver a casa, sola y borracha

éstas no son noches para volver a casa, sola y borracha.

Las y los hembristas que lo decían tampoco van a salir. Todo lo que van a hacer es expresar desde Madrid su apoyo a los invasores. Ya lo han hecho: Unidas Podemos ya ha exigido que se respeten sus derechos —“sus derechos”, dicen...— y no se devuelva ni a uno solo de los que han llegado y llegarán.

Refugees welcome!  De acuerdo, muy bien: nos vemos en Covadonga.

 

El pueblo de Ceuta saluda, a su llegada,
al conde don Julián

 

 

 

Sólo nos queda VOX

 

  

 

 

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