Un siglo después, la agitación del odio sigue siendo la herramienta central del socialismo –y de los separatismos, por supuesto– para construir su hegemonía política.
Las 'Autonosuyas', de Vizcaíno Casas, se quedaron cortas. La España de nuestros días puede presumir de estar dando uno de los espectáculos más ridículos de la historia de la Humanidad.
La época dorada del furor converso en España fueron los siglos XV y XVI, cuando muchos judíos pasados al cristianismo se destacaron por su hostilidad a sus antiguos hermanos de fe.