Nos dice Roberto Calasso (en la imagen) que en sánscrito el término “religión” no existe. Sin embargo, agrega, todo era religión en la sociedad védica.
En el histrionismo con que se dibuja ese mundo se roza con frecuencia lo caricaturesco, pues la caricatura, el esperpento, son el correlato adecuado a este tiempo de claudicaciones.
El vigor de una lengua se aloja en el número de hablantes monolingües que la mantienen viva, y también en los estudiantes interesados, sin que nadie los obligue, en aprenderla.