Traducida como "Yo irme no", una pegadiza canción se extiende como la pólvora a lo largo y ancho de Francia. No se sabe por qué, pero a los islamo-izquierdistas del Frente Popular no les ha hecho nada pero nada de gracia.
Frente a la invasión migratoria, Europa debe, como el Imperio romano cuando tuvo la voluntad de defenderse para sobrevivir, reconstruir un nuevo "limes" marítimo en forma de un cinturón de plataformas marítimas militarizadas, sobre el modelo de las plataformas petrolíferas.