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Tribuna

¿Para qué sutileza en tiempos de brutalidad?

por Juan Pablo Vitali

Una característica de esta edad oscura es que los hombres son cada vez menos sutiles, o lo que es lo mismo, cada vez más brutos. Las cosas deben decirse siempre de un modo muy directo para ser comprendidas, aunque el modo indirecto sea el mejor modo de comprender las cosas, porque lleva implícito un nivel más elevado de comprensión.

Hasta en León… Y pronto en el barrio donde usted vive

"Hacer patria"

por José Vicente Pascual

Una de las ventajas de ser español es que si no le gusta a uno tal condición gentilicia, puede cambiarla cuando quiera. Se pone de acuerdo con diez o doce que piensen como él, se construye su propia patria y santas pascuas. No van a faltarle ayudas oficiales, subvenciones, apoyo político y lo que sea menester. Y cuidado con criticar estos nobles afanes de nación novedosa sobre la invertebrada Iberia, aunque sea con argumentos rigurosamente basados en nuestro ordenamiento constitucional, el sentido de la Historia y el otro infrecuente sentido, que es, o debería ser, el común. De facha intolerante no bajarán los calificativos. Hacer patria pequeña es progresista, cuanto más pequeña mejor. Pensar en una nación grande… huy, huy. ¿Grande? ¿Libre? ¿Y qué más? Lo dicho: fascistas perdidos.

A propósito de la última película de Woody Allen

La América profunda y la otra

por Damián Ruiz

Para que exista ese Nueva York radiante, moderno, internacional, creativo y glamuroso que tanto le gusta, es necesaria la existencia de esa ciudadanía "country" de firmes valores y profundas creencias, de solidaridad inter-pares y de contundencia visceral ante los que se saltan las leyes. Porque esos supuestos "bárbaros" que no alcanzan la sofisticación de los personajes de sus películas, y mucho menos la del Presidente Obama, son las raíces y pilares sobre los que se sustenta un gran país.

Drogadicción y vacío espiritual: tres escenas de “Traffic”

por Antonio Martínez

ANTONIO MARTÍNEZEn "Traffic", aclamada película de Steven Soderbergh, Michael Douglas es Robert Wakefield, un prestigioso juez que el gobierno de Washington elige para combatir el narcotráfico procedente de la frontera mexicana. Poco después de recibir su honroso nombramiento como juez general anti-droga, organiza una recepción a la que asisten congresistas, políticos y altos funcionarios federales que, de una manera u otra, están relacionados con la lucha contra la droga. Como es usual en estas ocasiones, se forman diversos corrillos en los que les oímos hablar sobre este tema, manifestando ideas que parecen razonables, pero que son, ante todo, políticamente correctas: utilizándolas, uno sabe que se muestra ante sus interlocutores como un perfecto dominador del repertorio léxico y argumentativo que todos los "profesionales del ramo" consideran aceptable.

En tal día como hoy,
12 de octubre, 517 años ha…

En lo que se ha convertidoEx-paña

por José Vicente Pascual

Traíamos el oro de América. Con ese metal, compuesto por la misma sustancia que la sangre, comprábamos a los países de Europa todo lo que no necesitábamos fabricar en suelo hispano; y también sufragábamos descomunales ejércitos, los cuales mantenían sobre el mapa un imperio que nunca fue nuestro del todo. Con los ripios de aquellos dispendios sosteníamos una administración laberíntica, el sagrado boato de una aristocracia bostezante en el poder y las piedras ancestrales de una iglesia que rezaba entre mirra y terciopelo para que las naves de Indias llegasen a tiempo al puerto de Sevilla.

Regreso a Ítaca

por José Antonio Navarro Gisbert

No soy el único que entre sus proyectos haya figurado tener una casa junto al mar, pero acaso existan pocos que habiendo cumplido con el propósito, no han encontrado el momento de gozarla. Es mi caso; circunstancias de la vida me han retenido fuera de España, y la casa que adquirí en 1980 apenas he podido disfrutar a trancos semanales.