No sé si escribirlo con “y” o con “i”, pero me quedo con Yoli porque pinta como más de barrio, más choni auténtico y mucho más al alcance intelectual de la charocracia dominante, cuyas miembras, quizás, se despistarían un tanto por la irrupción anglosajonizante de la “y”. O sea,que con Yoli se queda. Y la dicha Yoli, Yolanda para los amigos, correligionarios, medios de información, otros desinformantes y gentes sencillas en general, ha decidido en el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército sumandita tras las últimas elecciones europeas, que se retira de la primera línea organizativa. Adiós, Sumar y todos quienes lo integraron e incluso le restaron, adiós Partido Comunista y Ezquerda Galega, adiós Izquierda Unida, Podemos, Marea y En Común, adiós ríos, adiós fuentes, adiós regatos pequeños, adiós amigos queridos, no sé cuándo nos veremos. Es un adiós largo, muy largo, en todas partes ha triscado y en todas medró, en todas prosperó y a todas abandonó cuando las cosas no marcharon como a ella le convenía. La Yoli es política perfecta desde el punto de vista de la desvergüenza, que es de mejor acomodo y máxima virtud de nuestra casta dirigente: hace como que rema, se agarra al bote, arenga a los remeros de verdad y en cuanto entran dos gotas de agua dice ciao, ya nos veremos, y a otro negocio. El de hoy: dejar a los suyos en mitad de la nada, cruzando el desierto tras cuatro debacles electorales, y ya puesta, amarrarse al inmenso flotador de la vicepresidencia del gobierno. Total, ¿qué son los partido y las organizaciones, los movimientos sociales, las ONGs y toda la tramoya del activismo sino válidos —legítimos— transportes privados, bien baratos por cierto, hacia la teta grande del Estado y el dispendio público? Llegada al punto de una vicepresidencia, cómo va a someterse Yoli a los insomnios de la vida partidaria. Adiós, miña terra y gracias por todo lo que me habéis dado. Y ahí se queda, agarrada al consejo de ministros como una mona a un columpio.
Por cierto, ¿ustedes se han dado cuenta, igual que yo, de que Sánchez y su gobierno y su contubernio electoral son un rejuntado espectacular de perdedores, arribistas despeñados, delincuentes en fuga, nacionalistas frustrados y estantiguas patriarcales del tipo sabandeño-peneuvista? Como dijo el otro: vaya tropa. Como dijo mi primo Damián: por estética, esta caballera tendría que haber dimitido cuando nació, o sea que tarde llega hoy. A tiempo, nunca.
Y, como complemento, damos paso a Los Meconios, quienes nos presentan su ave Gallegus Tucanys