Como cada año por estas fechas en Madrid, se acaba de inaugurar ARCO, la gran feria de la ignominia a la que denominan “arte” [sic] contemporáneo. Y como cada año, EL MANIFIESTO saluda el evento con el video del que algunos de ustedes se acordarán, pero conviene reeditarlo para que todo el mundo lo conozca... y, sobre todo, lo difunda al máximo. (Los enlaces están a su disposición arriba y abajo del artículo.)
Subrayemos un recochineo suplementario respecto al video que presentamos y cuyo contenido no vamos a desvelar. Sólo les indicaremos que esta grabación, efectuada en la misma sala de ARCO y producida por Tele5, jamás se hubiese podido llevar a cabo de no contar con el permiso de la dirección de la Feria.
Como comprenderán, ni perderemos el tiempo ni nos ensuciaremos hablándoles de las novedades de la actual edición de ARCO. No las hay. Todo es siempre lo mismo, repetida, cansinamente lo mismo. Los mismos garabatos, la misma nadería, el mismo nihilismo de nuestro “arte” oficial (no olviden las comillas, por favor): toda esa degradación del arte, todo ese escarnio a la belleza, toda esa exaltación de lo feo que los propios reyes bendicen con su presencia y donde se condensa la degeneración de una época, la única en toda la historia, que sitúa lo feo en el lugar de lo bello, el sinsentido en el lugar donde los hombres, buscándolo, exaltaban el sentido.