¿Servirán para algo las medidas de Solbes contra la crisis?

Compartir en:

Nada que objetar a los remedios anunciados salvo lo que más abajo diré. Las rebajas fiscales no tienen que traducirse en menoscabo de los ingresos públicos cuando los menores tipos sirven para aumentar las bases imponibles y, por tanto, la cuota fiscal. En lo que se refiere a las hipotecas, no dan en el clavo porque el remedio deja intacto el mecanismo agresor, que ciertamente nace fuera de España, pero ello no justifica que se silencie lo que hay en Frankfurt de remedio poderoso, instantáneo y, para colmo, gratuito. Se puede apelar al poder constituyente que hay en las instituciones europeas para corregir y, en su caso, destituir al empecinado Trichet.
 
Ampliar el plazo de las hipotecas de modo gratuito supone incorporar a los nietos al pago y, como compensación, disminuir las cuotas mensuales actuales al precio de pagar mayor numero de cuotas. A Trichet se le puede obligar o destituir precisamente por incumplimiento del mandato recibido. Ese mandato nunca debió ser la estabilidad de los precios, sino el crear la financiación en cantidad y precio que la UE necesita para movilizar sus recursos reales. Pero puesta la citada condición, Trichet la está incumpliendo por cuanto, como decimos en reciente artículo, se le manda velar por la estabilidad de los precios, medida por un promedio cuyo mantenimiento exige reducir unos cuando suben otros. Y así la energía en alza debe llevar a Trichet a compensar con la financiación en baja.
 
La política que se sigue en el mundo anglosajón es un ejemplo que debía seguirse en la UE. Las ventajas aludidas y anunciadas por nuestro Gobierno no servirán de nada si el mecanismo encarecedor y agresor sigue vigente. Y es ese mecanismo el más fácil de corregir mediante la doble reducción del tipo de interés básico y del que se utiliza desde el BCE para prestar a los bancos privados, que es el que determina el nivel del Euribor. La historia lo contará: con subidas de 1.100 euros anuales en hipotecas que afectan a no menos de 15 millones de hipotecados, se dio a la capacidad adquisitiva de la población el golpe que ha creado la actual crisis.
 
Lo bueno de la situación es que la reactivación inmediata está al alcance de una mano: si quienes tienen el poder político en la UE imponen el cese o rectificación de la política del BCE.

Todos los artículos de El Manifiesto se pueden reproducir libremente siempre que se indique su procedencia.

Compartir en:

¿Te ha gustado el artículo?

Su publicación ha sido posible gracias a la contribución generosa de nuestros lectores. Súmate también a ellos. ¡Une tu voz a El Manifiesto! Tu contribución, por mínima que sea, dará alas a la libertad.

Quiero colaborar