No tenemos corazón. No valoramos la inmensa trascendencia humana, histórica sin duda, de contar en España con un presidente profundamente enamorado de su mujer, no como otros de por ahí el extranjero. No apreciamos la suerte que tenemos. Nos obsesionamos con la libertad de prensa, con la libertad en general, con perseguir la corrupción política, el tráfico de influencias, el nepotismo y el favoritismo del Estado respecto a selectísimos amigos y amigues, y no caemos en la cuenta de que todas esas bambollas de la democracia y el derecho a informar e investigar de los medios no significan nada, no son nada comparados con el amor del presidente a su presidenta. Sin amor, sin verdadero amor como el que siente Pedro por Begoña, expresado galanamente en su carta del 24 de abril, ¿qué sería del mundo, de la sociedad, de la civilización? Sin amor no habría democracia, ni libertad ni libertades, ni ley ni código civil ni nada. El amor es la respuesta, es la causa y el efecto. Lo es todo. Por eso Pedro, valiente como siempre, poeta como nunca, lo ha proclamado —su amor incombustible— ante España y los españoles, ante el mundo y los mundianos. Ante todo y contra todos. Por eso las charos lo idolatran, los jubilados de UGT lo defienden a capa y espada y los arrimados socialistas lo defienden más que a su vida. Por eso ayer mismo, tras el llamado a concentrarse en apoyo al presidente que cundió en redes sociales, no menos de 72 personas, entre ellas cinco diputados, abarrotaron las inmediaciones de Ferraz con pancartas y consignas tan altas como “Viva el Amor” y “Pedro Dales Caña, te Apoya Toda España”.
Sólo dos mínimas objeciones pueden sugerirse a este movimiento pro-love desencadenado por Pedro:
- Bien podía haber iniciado su protesta, retiro y huelga de silencio el día anterior, 23 de abril, festividad de San Jorge matadragones. La imagen del buen santo Pedro, caballero en blanco corcel, cargando contra el dragón de la derecha y la extrema derecha habría añadido una épica muy vistosa al notición; épica de la que, por cierto, muy necesitados están los tiempos.
- Prepárense para el volantazo madurista-orteguista venezolano-nicaragüense que nos espera el lunes, cuando Pedro el enamorado hasta las trancas comparezca ante los españoles y de razón de sus meditaciones. Prepárense.
Es la hora y es el momento. O mandamos al amante cortés y su corte palmera a la cuneta o la prensa y el poder judicial y la democracia en España acaban ya donde Begoña y Pedro saben, en el mismo vertedero por donde se colaron las maletas de Delcy, los millones de Air Europa y Plus Ultra y las mascarillas de Illa.
Prepárense.