¡Viva Andalucía! ¡Viva España!

Y en España empieza a amanecer...

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VOX ha pasado de nada… a 400.000 votantes, y de 0 a 12 diputados.

El día es histórico. El hecho es histórico: sucede que un partido —perseguido, vilipendiado, insultado por el conjunto de la bienpensancia— ha pasado, al primer golpe, de nada a 400.000 votantes, y de 0 a 12 diputados. Pocas veces, si es que alguna, se ha visto nada igual. Cuando, hace cuatro o cinco años, Podemos irrumpió por primera vez en el Parlamento Europeo, sólo lo hizo con cinco escuálidos diputados. Y se consideró un éxito revolucionario.

La inaudita amplitud del triunfo de VOX en las elecciones andaluzas, el descalabro socialista al cabo de 40 ominosos años de la más vergonzosa corrupción, junto con la disminución de votos del Partido denominado Popular, constituye el mayor terremoto que ha sacudido en los cuarenta años de su historia la dizque democracia de España. Cuando la patria parecía muerta y su resuello apagado, cuando nada de lo que la ha hecho grande vibraba entre nuestra gente, han bastado dos cosas: ha bastado que el separatismo catalán nos haya llevado al borde del precipicio, y que el doctorcito Sánchez, empeñado en aferrarse a cualquier precio al poder, se haya puesto a pactar con separatistas catalanes, proetarras vascos y comunistas chavistas, para que un auténtico resurgir nacional —toda una auténtica, nueva Reconquista— se haya puesto en marcha. (A ambos, a los separatistas y a Sánchez —gracias les sean dadas—, el tiro no les ha podido salir más por la culata.)

Quedan todavía, es cierto, los cambalaches y trapisondas del pequeño y vil juego politiquero. La única solución posible y legítima, la única solución que el pueblo andaluz ha reclamado clamorosamente con su voto, pasa por un gobierno que cuente con el apoyo de los tres partidos denominados de derechas: Populares, Ciudadanos y VOX. Pero puede existir en los dos primeros —los oligarcas de la Sexta, esa cadena (nunca mejor dicho) de televisión, ya están llamando a ello— la tentación de constituir, así fuera con la abstención de los socialistas del PSOE y los comunistas de Podemos, una especie de bloqueo sanitario que impida el paso de VOX.

¡Mejor, que lo hagan, si les apetece! Semejante maniobra no haría sino aumentar las posibilidades de VOX en todos los próximos comicios: europeos, regionales y nacionales.

La Reconquista se ha puesto en marcha. Nada la podrá detener.

La Reconquista, sépanlo los amos del Sistema, se ha puesto en marcha. Nada la podrá detener.

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