Bienestar versus pesimismo
Ver y padecer el decrecimiento del bienestar general. Achicado el margen de adquisición y consumo. Alejada la esperanza de tener un puesto de trabajo, o tenerlo bien remunerado, etc. Todo eso es una cosa, y otra diferente, es aceptar la realidad, llamarla por su nombre verdadero y asumir el esfuerzo de buscar una alternativa. O, al menos, identificar la razón que lo provoca y rechazarla.