Los disidentes. Liberalismo contra Democracia
El espíritu del tiempo en el que vivimos –y la retórica de los poderes dominantes– ha impuesto a las mentalidades de gran parte de nuestros contemporáneos la convicción de que la democracia liberal es la forma más avanzada de convivencia colectiva . Y de que constituye un punto de no retorno, una conquista definitiva que no hay derecho a discutir o a negar en su raíz, sino todo lo más en sus concreciones específicas.