El dandi
El dandi no aspira al dinero como a algo esencial; tendría bastante con un crédito infinito; de buen grado deja esta trivial pasión a los hombres vulgares. El dandismo no es, como muchas personas poco reflexivas quieren creer, un exceso de aseo y de elegancia material. Estas cosas no son para el perfecto dandi más que un símbolo de la superioridad aristocrática de su espíritu.