"No les une el amor, sino el espanto", decía Borges
Aberrantes alianzas políticas
Hitler y Stalin en determinado momento fueron aliados, lo que demuestra lo frágil que resultan las ideologías ante los intereses políticos. Sin embargo, el poder y sus alianzas ocasionales, tienen ciertos objetivos que van más allá del poder mismo y su acumulación: son las metas que los pueblos procuran alcanzar para cumplir su destino.