Una cosa es discrepar. Otra, lanzar anatemas
El fanático excluye a los disidentes que no le gustan
Hay algo que nos castiga, y es que muchos de los que pretenden asumir una espiritualidad están preocupados, y a veces hasta perturbados, por excluir del débil corazón espiritual de Occidente a los otros que se cuentan entre sus pocos restos espirituales, porque no pertenecen a la misma confesión, o no tienen los mismos puntos de vista respecto de la espiritualidad. "Y el que tenga oídos para oír, que oiga."