Autor:

Juan Pablo Vitali

Las dos caras de una misma moneda

por Juan Pablo Vitali

Ante la persecución a la vieja "derecha autoritaria" y yo agregaría liberal, por parte de los organismos de derechos humanos del progresismo, tanto en Argentina como en España, quisiera agregar esta amarga reflexión, totalmente subjetiva y sujeta a debate como cualquier otra reflexión.

Los ideólogos, esa plaga

por Juan Pablo Vitali

Mucha gente termina enredada en la ideología. No sé para qué. Proyecta su idea sobre la realidad y se enamora de ella. Y si la realidad no se acomoda a esa idea se enoja. Siempre es difícil hablar con un ideólogo. Por eso prefiero tener una identidad, una forma de ser, y no una ideología. Será porque los criollos, mis antepasados, no pensaban en eso de las ideologías. Trataban de ser fieles a sí mismos y defender lo propio, nada más y nada menos que eso.

Defensores de Garzón pretenden querellarse en Buenos Aires

La "garzonada" ahora en Argentina

por Juan Pablo Vitali

Yo estaba pensando presentar una demanda por genocidio en los tribunales de Nueva York por la bomba de Hiroshima. Si anda bien lo de Buenos Aires supongo que podré hacerlo. O en los tribunales de Laos contra los que bombardearon con napalm las selvas vietnamitas, o contra los que masacraron alemanes rendidos después de finalizada la segunda guerra mundial, o contra las atrocidades del ejército soviético contra las alemanas y alemanes en Berlín, cosa por demás probada. Pero no sé cómo me irá.

¿Ustedes qué piensan?...

Sin espíritu colectivo, ¿puede haber cultura y belleza?

por Juan Pablo Vitali

Lo feo, lo pequeño, lo intrascendente, lo confuso, lo formalmente extravagante o desordenado destruye las formas, los símbolos, el lenguaje, y eso es lo que invade todos los planos de la actividad del hombre. ¿Alguien comprende por ejemplo el discurso de un político? ¿Alguien ve que se incorpore en las ciudades algún tipo de belleza, o por el contrario se destruye la creada durante siglos?

Un posmoderno tren revolucionario

por JUAN PABLO VITALI

Retomando mi recorrido por los viejos bares de la ciudad, prácticamente todos ellos fundados por inmigrantes españoles, me doy cuenta de que las cosas cambian mucho más rápido de lo que me esperaba. Estamos rodeados, digamos, , por una turba marginal que, como en la novela de Jean Raspail, viene de no se sabe dónde