El diario de ZP, II
El día que Zapatero se quedó de piedra
J.M. AMILIBIA 8 de julio. Los columnistas de la extrema derecha que tanto me persiguen y flagelan (a cambio yo les ofrezco de continuo mi otra mejilla y la mejor de mis sonrisas) dicen ahora que la ayuda de 2.500 euros por hijo ha sido una improvisación, un golpe de efecto electoralista (¿qué no es electoralista?) tramitado sobre la marcha. Yo no improviso, invento. Sigo el Tao, y el zen, y dejo obrar a la nada que hay en mí con entera libertad, a su albedrío. Dice Chuang-Tzu: “Si regulas tu cuerpo y unificas tu atención, la armonía del cielo descenderá sobre ti. Tus ojos serán como los de un ternero recién nacido, que no buscan el porqué y encuentra”.