Millones de parados, 1,3 millón de familias sin ningún ingreso... ¡Y nadie mueve un dedo!
¿Por qué no se rebelan?
Mi muy admirada Ángela Vallvey se pregunta con tanto asombro como inteligencia cómo es posible que en la situación actual (4,5 millones de parados, 1,3 millones de familias en la que no hay ingreso alguno y una bolsa permanente de no menos de 2 millones de desempleados aun en tiempos de bonanza, datos a los que yo añado que el 40% de los menores de 35 no está ocupado) no pase absolutamente nada en términos de protesta social. No hay de qué asombrarse, querida Ángela: la gente es así y contraviene constantemente las leyes de la esperanza.