“Honrarás padre y madre”, enseñaban antaño en el colegio. “No les honres, pero tampoco les pegues; sé guay, tío (o tía)”, deben de decirles los profes de hoy. Unos, porque se dedican a fomentar “la educación no coactiva e igualitaria” de los mozalbetes. Otros, porque temen simplemente perder el puesto… y que les aticen a su vez a ellos.
Según datos recientemente dados a conocer por la Fiscal Coordinadora de Menores, Consuelo Madrigal, se ha duplicado en el curso de los dos últimos años el número de agresiones efectuadas por hijos menores en contra de sus padres… y también de sus abuelos. El número de denuncias (lo cual significa que el número de agresiones reales es notablemente superior) ha pasado de casi 2.000 en el año 2007 a cerca de 4.000 en 2008, correspondiendo el 40% de dichas agresiones a las realizadas por las representantes del antaño denominado “sexo débil”.
Aparte de los habituales (e impotentes) lugares comunes que las autoridades suelen soltar en tales casos a fin de intentar contrarrestar el fenómeno, la Fiscal Coordinadora de Menores no ha dejado esta vez de proferir algunas consideraciones llenas de sentido común. Así se ha mostrado a favor —¡oh, cosa insólita!— del «uso del “usted” en los centros docentes, no sólo cuando el niño se dirija al maestro, sino también cuando hable al personal del centro —a la cocinera del comedor, al conductor de la ruta.
Medida nimia para curar a una sociedad profundamente enferma en sus cimientos, pero que no dejaría de estar llena de de significado. En cualquier caso, si esto sigue así, el año que viene habrá que pedirles a los Reyes Magos que traigan una coraza protectora... para los padres (y abuelos).
