Sociedad

por elmanifiesto.com

140.000.000 usuarios en todo el mundo tiene Facebook. Y sigue en aumento cada día. Pero éste no es el problema. El problema —es lo que denuncia este vídeo— es, por ejemplo, una cláusula como ésta (una de esas cosas en letra pequeña que uno nunca lee …, pero firma siempre; si no, no entras): "Usted cede a Facebook la propiedad exclusiva y perpetua de todos los datos que le sean comunicados".

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"Errare humanum est", decían nuestros padres romanos. Todos nos hemos equivocado gravemente alguna vez (y los hay que casi siempre...). Pero las equivocaciones y situaciones -increíbles, estrafalarias, esperpénticas... y divertidísimas- que aquí les presentamos lo superan todo, la verdad, ¡A ver si van con más cuidado la próxima vez!

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"Honrarás padre y madre", enseñaban antaño en el colegio. "No les honres, pero tampoco les pegues; sé guay, tío (o tía)", deben de decirles los profes de hoy. Unos, porque se dedican a fomentar "la educación no coactiva e igualitaria" de los mozalbetes. Otros, porque temen simplemente perder el puesto… y que les aticen a su vez a ellos.

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En los últimos años ha hecho acto de presencia un grupo social más numeroso que el de los políticos profesionales y los inmigrantes ecuatorianos: los divorciados y separados. Cada año se producen más de 100.000 separaciones y divorcios en España. Luis Folgado, licenciado el Psicología y experto en formación, ha escrito un texto de humor parodiando los libros de autoayuda para los hombres que pasan por este trance), titulado ¿Hay vida después del divorcio? Y se enfrenta a este asunto doloroso y siempre triste con un humor tronchante.

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Los pájaros disparan a las escopetas, los piratas burlan a los marinos y los alumnos castigan a los profesores. Así es la España progresista y decente de ZP. La degradación de la educación ha llegado al punto de que los padres demandan al profesor que castiga (sin azotes ni capirotes de burro ni reglazos, no piense mal, ¡eh!) a la hija que no hace los deberes.

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¿Le asusta ver la factura de su teléfono móvil –y el de su cónyuge, y los de sus hijos–? ¿Cree que paga demasiado? Está circulando por Internet –¿por dónde iba a ser?– una protesta para obligar a las empresas de telefonía a bajar sus precios. ¿En qué consiste? En apagar su teléfono los días 1 y 2 de noviembre. No le costará nada y podrá ganar mucho. Ahora bien, ¿puede prescindir del aparatito durante dos días o está encadenado a él?