Sección:

Sociedad

La ley del embudo

O la Ley de violencia (mal llamada) de "género"

por Laura Ferragut Vera

¿Qué género? ¿Masculino, femenino o neutro? ¡Dejemos ya esta sandez de llamar a los sexos géneros. Pero es imposible hacerlo en un artículo que analiza la Ley… precisamente así denominada. Una ley (aprobada, por cierto, bajo el gobierno de Aznar) que, además de la aberración lingüística, contiene otra: si usted agrede a su señora o a su amante, comete un delito por el que se le puede condenar a seis meses de cárcel (con un máximo de doce). Pero si es ella quien le atiza a usted, sólo estará cometiendo una falta por la que se la podrá condenar a tres meses de cárcel (con un máximo de doce).

Documento verídico. Divertidísimo…, si no fuera tristísimo

La atrevida ignorancia de nuestros alumnos

por elmanifiesto.com

Más vale reír que llorar, se dice uno —y se dirán ustedes— viendo, en el testimonio que publicamos, las respuestas dadas en un examen por los alumnos de ESO de una ciudad española.

¿Estamos conformes?

por E. Testaferro

A pocos se les escapa ya que si planteamos con honestidad el debate político y hasta sus últimas consecuencias, la cuestión dista mucho de ser la tan manida y ramplona monserga dicotómica de derechas-izquierdas a que nos tienen (mal)acostumbrados. La cuestión antes que nunca pasa hoy primero por una interrogación de mínimos, amén de considerar que el hombre (per se) aparte de ser un animal social, lo es a la par político. La pregunta que planteo como criba brutal y significativa es la siguiente: ¿Estamos conformes con respecto al Orden vigente de las cosas?

¿De qué se ríe? ¿Usted no se ha equivocado nunca?

Errores desopilantes

por elmanifiesto.com

Y ahí estaba la cámara. Presta a captar la imagen inaudita, estrambótica, desternillante... ¿No se lo creen? Vean, pues, esta extraordinaria, inverosímil colección de las situaciones más increíbles que puede originar la humana tontería. Para guardar y para pasar.

Nostálgicas imágenes de ayer

por

Objetos de la vida corriente, y marcas, productos comerciales (¡sí, tales cosas en El Manifiesto!...). Publicidad cándidamente presentada frente a la agresividad sofisticada del marketing contemporáneo. Así era la España (y el mundo en general) de los años cuarenta y cincuenta, sobre todo. Después llegó el Progreso, el Desarrollo. Todo se hizo más feo, más vulgar: incluida también la publicidad (ya es el colmo tener que sentir como un pellizco de nostalgia por ella). En un extraordinario trabajo de recopilación de imágenes realizado por Rafael Castillejo, aquí les permitimos a unos recordar, a otros (los más jóvenes) descubrir.

No cualquier cosa es democracia

Por una democracia atlética e identitaria

por SERGIO PALOMO

Podríamos dictaminar que nos encontramos en un lugar histórico en el que la revolución mundial ya no es una amenaza sino que ha triunfado ampliamente. No otra cosa es, en el fondo, la modernidad. El proceso ha sido liderado según el momento por izquierdas o derechas, que en profundidad plantean una misma cosmovisión determinada por la reducción del mundo a mercancía despojándole de contenidos vinculantes. Marx nunca dudó en patrocinar el librecambio con la finalidad de desarticular las realidades nacionales y culturales tanto europeas como del resto del mundo, siempre vio al capitalismo como el ariete de penetración en contextos remotos.