¡De buena nos hemos librado!
El Madrid de Gallardón no gallardeará con las Olimpiadas
Escalofriante cinismo de quienes han montado la carnavalada (y no lo digo pensando en el carnaval de Río, sino en la verbena barata de Madrid). ¿Barata? No, no. Todo menos eso. Cínicos, ciertamente, son quienes han dejado chiquitas las cuentas del Gran Capitán para meternos con cargo a la pólvora del rey en esta aventura inútil condenada de antemano a la derrota.