Unos y otros agitan sus fantasmas (antifascismo, anticomunismo) para que este gran guiñol que es el régimen del 78 pueda continuar. Y, mientras tanto, los únicos que afianzan posiciones son los partidos nacionalistas en su empeño de destruir a España.
Voy a subirme al carro y lanzar una proposición a imitación del rey Deseado: prohibir o cerrar las universidades españolas, auténtico germen del progresismo.
La red social Facebook pretende definir lo que está autorizado y lo que está prohibido en los contenidos difundidos por sus usuarios. Esta ambición digna de un Estado opresor justifica una censura ideológica contraria a las libertades fundamentales.