En España la neutralidad tiene un gran prestigio. Las bellas almas liberales consideran de mal gusto que se tenga y mantenga una opinión firme y conflictiva.
Una de las cosas más escandalosas de la actualidad es comprobar lo desigualitario que es el igualitarismo progresista a la hora de considerar a los muertos.
Hemos visto lo fácil que se desestabiliza el orden global ante una pandemia. Cuando el pánico nos invadió, los gobiernos rápidamente volvieron a una rígida protección nacional.
Según el autor, la crisis del Covid-19 va a precipitar el advenimiento progresivo de una nueva moral en Occidente, una moral de fronteras individuales y colectivas a las que denomina la nueva moral de la autoridad y del riesgo.
Lo transgresor, lo moderno y lo revolucionario ahora es ser de derechas. Según el autor, esto no es sólo un fenómeno estético, pues hunde sus raíces en el regeneracionismo alemán de hace un siglo.