El Sol agotará su combustible, crecerá hasta convertirse en una estrella gigante roja, engullirá los planetas interiores del Sistema Solar (Mercurio, Venus, la Tierra y quizá Marte) y abrasará al resto.
La NASA nos ha sorprendido al anunciar el descubrimiento de al menos siete planetas —tres de ellos susceptibles de albergar vida— orbitando en torno a una enana roja. Ante hallazgos así se siente una mezcla de esperanza, melancolía y acaso terror.