John F. Clauser, ganador del Premio Nobel de Física 2022, se ha convertido en un pequeña piedra en el zapato del discurso políticamente correcto que, hoy por hoy, domina el debate sobre el cambio climático.
Clauser es uno de los últimos científicos destacados en sumarse a la Declaración Climática Mundial, que, bajo el título "No hay emergencia climática", cuestiona el futuro apocalíptico que venden políticos y medios como consecuencia del calentamiento global que causa el hombre por las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Este físico no sólo es un reputado experto en su campo, sino que demuestra de forma fehaciente que no tiene ningún miedo a llevar la contraria a la opinión oficial y dominante en el ámbito del clima. Además del Nobel, en reconocimiento a un trabajo realizado en los años 70 sobre mecánica cuántica, ganó el prestigioso Premio Wolf de Física en 2010. El difunto y distinguido físico Edwin Jaynes calificó su trabajo como "uno de los logros intelectuales más increíbles en la historia de la ciencia".
En los últimos tiempos, sin embargo, destaca por sus duras y abiertas críticas a lo que él mismo denomina "pseudociencia" climática. Clauser criticó la concesión del Nobel 2021 al desarrollo de modelos informáticos que permiten anticipar las consecuencias del calentamiento global. Entre otras cuestiones, advierte que dichos modelos subestiman, en gran medida, la influencia de las nubes en la temperatura de la Tierra.
Sus críticas no tardaron en recibir respuesta. El Fondo Monetario Internacional (FMI) canceló este mismo verano una conferencia de Clauser sobre modelos climáticos bajo el título Hablemos: ¿Cuánto podemos confiar en las predicciones climáticas del IPCC? -el IPCC es el grupo intergubernamental de expertos sobre cambio climático de la ONU-.
Pero ¿qué piensa y opina Clauser para resultar tan incómodo al discurso climático dominante? Con motivo de su reciente incorporación a la junta directiva de CO2 Coalition, una asociación que pone en valor la contribución positiva del dióxido de carbono a la naturaleza, el físico denunció que "la narrativa popular sobre el cambio climático refleja una peligrosa corrupción de la ciencia que amenaza la economía mundial y el bienestar de miles de millones de personas".
Según Clauser, "la errónea ciencia climática ha hecho metástasis hasta convertirse en una pseudociencia de impacto periodístico masivo. A su vez, la pseudociencia se ha convertido en chivo expiatorio de una amplia variedad de otros males no relacionados. Ha sido promovida y extendida por agentes de marketing empresarial, políticos, periodistas, agencias gubernamentales y ecologistas igualmente equivocados".
"No existe una crisis climática"
Y añade que "no existe una crisis climática real". Sin embargo, sí existe un "problema muy real para proporcionar un nivel de vida decente a gran parte de la población mundial y una crisis energética asociada. Esta última se está agravando innecesariamente por lo que, en mi opinión, es una ciencia climática incorrecta".
Asimismo, en el foro científico Quantum Korea 2023 celebrado el pasado julio, Clauser explicó que "la buena ciencia siempre se basa en buenos experimentos. Las buenas observaciones siempre anulan la teoría puramente especulativa. Los experimentos descuidados, por otra parte, suelen ser contraproducentes y proporcionan desinformación científica. Por eso los buenos científicos repiten cuidadosamente los experimentos de los demás".
Pero esto no es lo que sucede últimamente en el ámbito de la investigación climática. "El mundo actual que observo está literalmente inundado, saturado, de pseudociencia, de mala ciencia, de desinformación científica […] con fines oportunistas", aclara.
"La pseudociencia es ciencia ficción. Desafortunadamente, ni las computadoras ni los verificadores de datos humanos pueden, en general, distinguir la realidad de la ficción". Y por eso, según Clauser, "el IPCC es una de las peores fuentes de desinformación peligrosa".
"En el pasado, los científicos actuamos, hemos actuado, como árbitros para la revisión por pares de artículos de revistas científicas. Y hemos revisado entre pares el trabajo de cada uno sólo para evitar la proliferación de información científica errónea. Ese proceso parece haberse roto recientemente", añade. Muchos procesos clave se exageran y malinterpretan "200 veces". Por eso, "puedo decir con confianza que no existe una crisis climática real y que el cambio climático no causa eventos climáticos extremos".
"Tened cuidado. Si estás haciendo buena ciencia, puede llevarte a áreas políticamente incorrectas. Si eres un buen científico, los seguirás". Y advierte: "La verdad real se puede encontrar si y sólo si se aprende a reconocer y utilizar la buena ciencia. Es especialmente cierto cuando la verdad real es políticamente incorrecta y no refleja objetivos políticos, comerciales o deseos de los líderes. Incluso la comunidad científica puede a veces verse diluida por la pseudociencia".
Y eso es justo lo que sucede ahora con el clima. En una reciente entrevista, Clauser aseguró que en esta materia "estamos totalmente inundados de pseudociencia".
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