Mano de obra barata al asalto de España
"El desierto crece", decía Nietzsche…
En España se les conoce como frikis, en inglés como geeks, en japonés como otakus. Tal vez tengamos ante nuestros ojos al prototipo de hombre del futuro. Son los hijos integrales de la posmodernidad, las primeras generaciones enteramente formadas en los valores del consumo y del Mercado. Son el producto humano de una cultura del simulacro y de la falta de trascendencia. Más allá de la curiosidad anecdótica o del menosprecio, forman ya una especie cuyos significados conviene indagar.
O lo que es lo mismo: "¡Date por jodida, Europa!"
Por sus muy discutibles supuestos efectos beneficiosos para la realidad económica de Europa y por sus más que probables efectos perniciosos para nuestra realidad política, me temo que si el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y las Inversiones (TTIP) termina viendo la luz en los términos en que está hoy por hoy concebido, cualquiera de nosotros podría emular a Mrs. Victoria Nuland, agarrar un potente megáfono y gritar bien alto y claro: "Fuck you, Europe!".