Hay momentos en los que la vida le pone a uno en su sitio, en los que uno quisiera que todo fuera más fácil, más rápido y la proyección pública de su imagen ganara en consideración. Pero no siempre puede ser así.
A propósito del proyecto de monumento a Blas de Lezo
Obsequiar la memoria de Blas de Lezo con un monumento es una buena acción, pero reivindicar la biografía del almirante (quizás desagraviarla) con el hecho concluyente, cual final apoteósico, de una estatua, significa cambiar la transcendencia de la historia y lo inmortal de una vida ilustre por lo perentorio de una obra civil.
El protagonista, junto a su asistenta latina, observa a la troupe de miembros de la clase alta bailando de manera burda. Ambos, cada uno en su lugar, entienden cuán patética es y desnortada está esa sociedad.
No es que me importe mucho ni me preocupe más de lo razonable, o sea, casi nada; pero me late la curiosidad cuando leo y releo los nombres de las organizaciones políticas que van apareciendo al reclamo de las próximas elecciones europeas.
Un hallazgo que cambia la Historia
Cosas veredes: tanto tiempo creyendo que los españoles éramos unos zotes en materia tecnológica, y resulta que la primera patente de una máquina de vapor fue española. El hallazgo lo ha estudiado, de manera principal, el catedrático de Valladolid García Tapia. El nombre del inventor: Jerónimo de Ayanz y Beaumont, navarro, militar y espíritu inquieto. La fecha: 1606. Si no la conoce, descubra aquí esta fascinante historia.
Te decía en mi anterior carta que el capitalismo, por formularlo de esta manera simplona, a mí sí «me parece muy mal». Y sería lógico que a ti también te lo pareciera. Por una sencilla razón...
