Durante los gobiernos de Zapatero se convirtió en una sombra de lo que un día fue...
"Cartas a una amiga que…"
El infierno, como llegó a decir Juan Pablo II, es un estado interior, aunque después tuvo que desdecirse para que toda una masa cristiano-reactiva pudiera seguir creyendo en el país de las hadas, pero la realidad es esa: el infierno es el terrible desasosiego psíquico y emocional en el que viven muchas, muchísimas personas.