O lo que es lo mismo: "¡Date por jodida, Europa!"
"Fuck you, Europe!"
Por sus muy discutibles supuestos efectos beneficiosos para la realidad económica de Europa y por sus más que probables efectos perniciosos para nuestra realidad política, me temo que si el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y las Inversiones (TTIP) termina viendo la luz en los términos en que está hoy por hoy concebido, cualquiera de nosotros podría emular a Mrs. Victoria Nuland, agarrar un potente megáfono y gritar bien alto y claro: "Fuck you, Europe!".