No todo está perdido. La inflación galopa sobre el 9%, con los precios de la luz, el gas y los carburantes en máximos prehistóricos y la famosa cesta de la compra reducida al mínimo vital, pero no, no todo está perdido.
Hubo la pasada semana declaraciones de figuras relevantes del independentismo catalán sobre la pertinencia de un conflicto civil a la ucraniana entre España y su “republiqueta”.
La mala fama es como la estupidez y la calvicie masculina: vitalicia. Cuando el sambenito cae sobre su víctima no hay aguarrás que disipe esa sombra.
Creían muchos que la historia ha tocado fondo, que las colisiones y conflictos de intereses entre los bloques geopolíticos, las civilizaciones y culturas estaban ya superadas.
No sabemos en qué capítulo o riguroso estudio de qué ciencia queda establecido que las personas nacemos sin sexo.
Quieran los dioses y las diosas que este artículo sea del agrado y de la agrada de todos y todas los/las lectoras y lectores.
