Pero la cuestión no es esencialmente económica
por
Antonio Martínez
La desigualdad crece, ciertamente; pero diríamos que lo hace por motivos casi metafísicos, operantes en los estratos más profundos de la psique occidental contemporánea, de manera que la creciente desigualdad económica sólo sería un efecto más de un fenómeno de índole general.