¿Es posible una nueva libertad educativa?
Hace un par de años, cuando conocimos el increíble caso de Natascha Kampush, la chica alemana que vivió encerrada más de ocho años sin salir en ese tiempo de la casa de su secuestrador, los medios de comunicación ofrecieron un dato que para muchos tal vez pasó desapercibido: me refiero a que Natascha, pese a no haber ido a la escuela durante todo ese tiempo, mostraba una madurez y un nivel de vocabulario y de expresión muy superiores a los de un adolescente standard de su edad. ¿Tendría algo que ver ello el hecho de no haber frecuentado desde hace años las aulas?