La pejiguera nacionalista es inacabable y pesada, sobre todo para los ciudadanos de Cataluña que no somos separatistas. Algún día trataré de explicar el porqué algunos no comulgamos con esa ideología/religión, lo cual no se debe a una deriva españolista, ni mucho menos a que no amemos nuestra tierra. Es por una cuestión, creo yo, de estilos cognitivos, de simbología y de espíritu, ni mejor ni peor, sencillamente diferentes. Incluso diría que hasta tiene que ver con el ritmo y el pulso que imprimes a la existencia.
Para quienes aún no lo conozcan, se llama Mauricio Wiesenthal
¿Y tú? ¿Has elegido ya?