Tampoco podemos obviar lo que parece comprobado: el trato denigratorio y en ocasiones violento que han sufrido algunos homosexuales en Rusia. La solidaridad con las personas injustamente tratadas es irrenunciable, sean cuales sean sus convicciones. Aunque, en este caso, el problema no es la legislación sino justamente la falta de rigor de esa legislación que debería proteger efectiva y eficientemente a todos.
¿Alguien dijo crisis? Porque la crisis de 2007 pasó por Occidente igual que tantas otras y cada país respondió como supo y pudo, según su capacidad, aguante y sentido del sacrificio. Al sur europeo (los desdichados PIGS de la UE), les tocó la peor parte, según lo previsto. Y a España la devolvió de golpe a su auténtica realidad económica, social y política. No estamos en crisis sino instalados con demasiada urgencia, aún perplejos, en la verdad de nuestro desnudo veraniego y playero: un desastre.
Un "revolucionario reaccionario" responde a un "reaccionario"
La libertad y pluralidad de pensamiento, éste indudable virtud de nuestra época (como principio: otra cosa es que esté sojuzgada de facto bajo la censura del dinero y del poder mediático) nos lleva a acoger, pese a discrepar en puntos fundamentales, el artículo de Gonzalo Esteban que nos complace publicar en este mismo número.