¿European Tea Party?

En Europa nos estamos saliendo por peteneras que es una forma de decir que "a las penas puñalás" o mejor "a las penas glamur". Hablaba el otro día con nuestro excelso director y le hacía la observación de que la ultraderecha europea, que resurge a diestra y siniestra del continente, no es ni de lejos la recuperadora de los espíritus nacionales y de la tradición cultural autóctona, excepto el anciano y carpetovetónico Le Pen y algún italiano neo-rural del norte. No, es una derecha identitaria y populista repleta de glamur. Y si no miren a los celebrantes.

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En Europa nos estamos saliendo por peteneras que es una forma de decir que “a las penas puñalás” o mejor “a las penas glamur”. Hablaba el otro día con nuestro excelso director y le hacía la observación de que la ultraderecha europea, que resurge a diestra y siniestra del continente, no es ni de lejos la recuperadora de los espíritus nacionales y de la tradición cultural autóctona, excepto el anciano y carpetovetónico Le Pen y algún italiano neo-rural del norte. No, es una derecha identitaria y populista repleta de glamur. Y si no miren a los celebrantes, cuando algún partido de esta índole consigue entrar en el parlamento como recientemente ha ocurrido en Suecia, y verán que lejos de representar el pueblo en su manifestación más llana parece que vengan todos de una soirée ibicenca, vestiditos impecables y guapísimos/as.

Por lo tanto estamos ante la guinda de la burguesía liberal progresista a la que le molestan los moros, y por una cuestión básicamente estética.
El problema es que de ser esto así no sería más que un escalón en el proceso de decadencia que lleva a nuestro continente a no se sabe dónde; o sí se sabe: a una mezcla de sociedad islámica con una troupe desalmada y atomizada de narcisistas neuróticos buscando continuamente alguien nuevo con quien yacer o alguna forma fácil de alcanzar el éxito total, y todo ello mezclado con prácticas espirituales prêt-à-porter.
Por eso, y de momento, a la espera de un gran “Tea Party” a la europea, yo me quedo con mis Merkel, Cameron y Sarkozy, porque los otros me da a mí que no pasan de un esnobismo reluciente plagado de nutri-cosméticos y cremas post-depilado.
Y ahora a por el tema, ¿por qué no un “European Tea Party”?
¿No tenemos por aquí alguna lideresa como la Sarah Palin que no esté versada en Camus ni en Sartre, y que lo máximo que consiga a nivel intelectual sea distinguir los continentes para que conecte de verdad con el alma y el espíritu de los pueblos, del pueblo?
Alguien que se arremangue y se ponga manos a la obra para cambiar todo esta politiquería de baratija que degrada a las naciones y a las personas.
¿Imaginan reducir la mastodóntica burocracia europea a su expresión más mínima?, ¿reducir el intervencionismo estatal y gubernamental en la vida de los ciudadanos a aquellas cuestiones estrictamente necesarias?, ¿eliminar miles de subvenciones vacuas, frívolas y caprichosas?, ¿aumentar la seguridad ciudadana?, ¿controlar eficientemente la inmigración ilegal?, ¿recuperar el principio de autoridad en las escuelas y la familia?, ¿reducir significativamente los impuestos?, ¿hacer responsables a las personas de sus decisiones?, ¿recuperar las señas de identidad de nuestra cultura y nuestra civilización? ¿Se lo imaginan?
Se trata de la libertad, de la libertad en mayúsculas, de volverla a recuperar, y volver a recuperar nuestras naciones, nuestra dignidad, nuestro espíritu y nuestra fortaleza.
Sigan este movimiento sugerente de los USA, que entre otras cosas han tenido el acierto y la sensatez de apartar y de eliminar cualquier contenido racista. Para mi gusto son excesivamente conservadores, yo creo más en la libertad individual en todos los sentidos, pero oigan… qué respiro… parece que estén a punto de la regeneración vital.
Y mientras por aquí… pregúntenselo a los franceses que, a modo de pioneros, ahora se apuntan a buscar líos extramatrimoniales por internet… Antes muertos que sencillos.

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