Alguna verdad incómoda sobre la crisis
Ya están las cifras de desempleo por encima de los cinco millones, casi un 14% de la población; ya tenemos el coste del combustible en niveles copernicanos, los precios de los productos básicos como si fuésemos millonarios, el consumo en desplome, el crédito desaparecido en combate, las listas de morosidad engordando cada día (comprometiendo fatalmente al consumo futuro, cuando "salgamos de ésta", que de ilusión también se vive); la burbuja inmobiliaria no se desinfla porque los bancos, dueños de casi todo el ladrillo-basura, se empeñan en no perder lo que en su día no ganaron más que a base de especulación.