He leído con suma atención la Tercera de ABC en la que Esperanza Aguirre propone restaurar en España el Bachillerato clásico y humanístico. Es una propuesta por la que siento una viva simpatía. En general, Esperanza Aguirre me cae bien: es una de las pocas figuras políticas que se atreve a decir lo que piensa y que hace propuestas originales y arriesgadas.
A día de hoy sabemos que el ser humano, afortunadamente, es imperfecto. También conocemos que compartimos casi el noventa y nueve por cien de nuestros genes con algunos primates y que vivimos, supuestamente, en una sociedad civilizada.Dicho todo esto yo me pregunto ¿Cuándo se puso de moda la soberana estupidez de que todo había que vivirlo a la luz pública?
"En tiempos de crisis no hacer mudanza", rezaba Ignacio de Loyola y rezan los jesuitas. Me figuro que no se refieren a las mudanzas de camión y carraca que fulminan de vez en cuando la existencia de los buenos cristianos (y de los malos también). Aunque esas mudanzas de pecado también llevan aparejada su penitencia, sean los tiempos de crisis o de lo que fuera que hubiese antes de la crisis, una época ya olvidada, paraíso perdido al que seguramente nunca regresaremos.