"Se confía en que todos acudirán a derramar su sangre y su vida por su rey, su honor, la patria y la libertad de toda España". Éstas son las palabras, escritas el 11 de septiembre de 1714, por las que ha pasado a la historia (a la de verdad) Rafael Casanova, involuntaria víctima de la farsa catalanista cuya estatua homenajean cada 11 de septiembre los nacionalistas de todo tipo en vez de derribarla por españolista, como deberían hacer si fueran gente seria. Y a la farsa se apuntan todos los partidos, PP incluido. Sólo los Ciutadans osan tomárselo a guasa.
Coloquio en Valencia en torno a "Los esclavos felices de la libertad"
Este miércoles 28 de septiembre, tendrá lugar en Valencia un coloquio-debate en torno a libro de Javier Ruiz Portella "Los esclavos felices de la libertad" (Museo de la Ciudad, Plaza del Arzobispo, 3 – 19.00 h). Al mismo tiempo que invitamos a los amigos y lectores de "El Manifiesto" a participar en tal acto, nos complace aprovechar tal ocasión para reproducir las palabras con las que Jesús Laínz presentó recientemente el libro en el Ateneo Jovellanos de Gijón.
Respondiendo a un artículo de "El Manifiesto"
No es ningún disparate lo que ha dicho el arzobispo de Granada. Evidentemente una frase aislada, sobre todo si se saca de contexto, no puede explicar mucho y puede ser tergiversada fácilmente. [La frase, dentro de su contexto, dice así: "Lo que se silencia es el dato –perfectamente constatado– de que el uso masivo de los preservativos no ha detenido el sida en África, sino que lo ha propagado". N.d.R.] Pero reflexionemos un momento: no es el condón, sino la promiscuidad sexual –de la cual el condón es herramienta esencial– la que extiende el sida.