Traducida como "Yo irme no", una pegadiza canción se extiende como la pólvora a lo largo y ancho de Francia. No se sabe por qué, pero a los islamo-izquierdistas del Frente Popular no les ha hecho nada pero nada de gracia.
Las recientes elecciones en Portugal —máxime después del notable éxito de CHEGA!, el partido de la derecha nacional portuguesa— despiertan la reflexión sobre un país, amigo y vecino