En la Asamblea o 'Ekklesía' no existían concentraciones de seguidores por la sencilla razón de que los partidos políticos o 'hetaireíai' estaban prohibidos.
Y si a todo esto le añadimos el régimen iliberal de que goza Hungría, entonces ya...
España, en su versión más elemental, más instintiva y más entrañable aún no ha sido completamente liquidada por el régimen del 78.
Todo es legítimo a ojos de la ley liberal y de la libertad de expresión que ampara y proclama. Una especie de indiferente apisonadora lo iguala todo.
Tener razón contra todo pronóstico, ver crecer la hierba antes que los demás, mirar la luna cuando otros miran el dedo que la señala. Éste parece ser el sino de este país, y de Europa central en general.
