Que la izquierda ataque a VOX es enteramente natural: la izquierda española nunca había tenido un enemigo tan correoso. Más atención merecen los ataques que vienen del otro lado.
Si en algo los auténticos defensores de España estamos de acuerdo con los separatistas, los terroristas y los ultraizquierdistas, es en que, de una vez por todas, "hay que acabar con el régimen del 78".
¿Cómo resistirse a tomar la pluma cuando uno ve bajar del avión a Antonio (es decir, a un tal doctor Sánchez) con una guayabera que parece sacada del fondo de armario de Fulgencio Batista?