Autor:
Antonio Martínez Belchí
por
Antonio Martínez
ANTONIO MARTÍNEZ
El viraje es de los que hacen época: hasta no hace mucho, Occidente sentía "horror" ante la homosexualidad como "vicio nefando", reflejando en una moral de tipo victoriano la condena bíblica contra la perversión de Sodoma y Gomorra. Sin embargo, desde la década de 1970, la sociedad occidental posmoderna siente una creciente fascinación por el universo homosexual. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo ha sido posible, en un brevísimo lapso de tiempo, una metamorfosis tan radical?
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Antonio Martínez
El drama de nuestra civilización reside en que conspira continuamente para destruir la figura del padre e impedir que en lo sucesivo reaparezca. Cree que, así, va a ser “más libre”; pero, en realidad, se está condenando a una eterna inmadurez. Busca a veces gurúes orientales –sucedáneos del padre-, como, en su día –allá por 1967-, los Beatles con el Maharishi Mahesh Yogi: con demasiada frecuencia, gurúes de pacotilla. En cambio, no soporta la presencia del padre auténtico.
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Antonio Martínez
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Guerra civil en la alta cocina española: Santi Santamaría carga contra Ferrán Adriá, Sergi Arola, Martín Berasategui y demás representantes de la Cocina-Fusión o “Cocina-Espectáculo”. El tema de los aditivos –glutamato monosódico, etc.- es, en realidad, una cuestión menor. Lo que de verdad enfrenta a Santamaría con Adriá, amén de una probable antipatía personal, es un problema de tipo filosófico. Porque la Nueva Cocina de Ferrán Adriá implica una cierta visión del mundo –moderna, cool y futurista-, contrapuesta a otra visión que podríamos llamar tradicional.
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Antonio Martínez
ANTONIO MARTÍNEZ
Cuando ya se ha visto todo, cuando uno está aburrido de todo, un Occidente dedicado al ocio desganado y al bostezo pide a los magos de la televisión un remedio contra su mal. Y la televisión, acudiendo en su auxilio, responde con un chute de realidad en directo, es decir, con Gran Hermano. Gran Hermano es una especie de símbolo: la respuesta al tedio de Occidente, al tedio de una cultura inmersa en la más absoluta desorientación.
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Antonio Martínez
ANTONIO MARTÍNEZ
No lo decimos nosotros: lo ha dicho él mismo. Lo decía ya en la década de 1970, cuando, todavía Príncipe, salía de gira por Europa ante la manifiesta hostilidad de las cancillerías europeas (¡un rey designado por Franco!). Decía ya por entonces don Juan Carlos que “yo quiero ser un rey republicano”.