El tiburón no es tan fiero como lo pintan
Una increíble historia de amor
Esto es lo nunca visto. ¿Puede un gigantesco tiburón desarrollar sentimientos de gratitud, dependencia y cariño hacia un humano, como si de un dulce chucho se tratara? A primera vista, no. Y sin embargo, eso es exactamente lo que le ha pasado al pescador australiano Arnold Pointer con "Cindy", una descomunal hembra de tiburón blanco. Pasen y vean. Es para no dar crédito.