«Lo importante es saber si nos parece aceptable que en el siglo XXI, en uno de los países más cultos de la culta Europa, se pueda anular social y humanamente a un artista sin darle voz para su defensa.»
Habitamos un mundo que creemos sólido y eterno, sin querer pensar que en realidad nuestro mundo no es más que una mera e inestable corteza sobre un llameante abismo.
Tenemos la desgracia de sufrir unas élites lunáticas y dementes.
La mujer sensual y lista despierta rencor y envidia en el hombre princesita. Ante ella adopta una actitud de altanería y soberbia.
Lo que se está cociendo cultural, ideológicamente, y muy en serio, en la i-liberal Hungría de Viktor Orbán.
Extraño resulta encontrar denuncias parecidas en las publicaciones contemporáneas y menos en un periódico main-stream. Cuando ello sucede corresponde saludarlo calurosamente.
