En estas horas negras hay que rendir homenaje a quienes se mantienen leales, serenos, fuertes y dignos, con una firme contención frente a las hordas que gritan, insultan y pisotean toda dignidad, todo honor.
¿No queríais un gran proyecto nacional? Pues bien, helo aquí: refundar en sentido nacional la democracia española, reconstruir esta ruina. Buen horizonte para unas generaciones jóvenes que no tienen por qué resignarse a esta putrefacción. ¿No es estimulante?
O bien ese hombre y todos los demás son tontos de remate; o bien están haciendo suyo el gran plan de disolución de los pueblos y de las naciones emprendido por la oligarquía mundial.
No ven, no escuchan, no abren la boca más que para repetir como loros las mentiras y majaderías con que los amos del cortijo los han embaucado durante decenios.