Agallas (y jeta) no le faltan. El "Padre de la Patria" (catalana) no sólo no contestó nada sustancial durante su comparecencia el pasado viernes en el Parlamento secesionista, sino que además, manifiestamente alterado, se puso a increpar con virulencia a sus contradictores.
Durante ciento cincuenta minutos, los distintos grupos parlamentarios con representación parlamentaria han inquirido al ex presidente de la Generalitat catalana respecto a diversos aspectos de su universo evasor y acerca de la opacidad y extraña configuración del origen de su fortuna (y la de su familia y allegados, testaferros y colegas de partido).
A modo de instantánea definitoria de lo que ha acaecido, hoy viernes 26 de septiembre de 2014, se puede decir que Jordi Pujol no ha aclarado nada, a excepción de que su padre, Florenci Pujol, en su momento, optó por aconsejarle que pusiera a su nombre, el del padre, su ya considerable fortuna y que la tuviera fuera de España, en previsión de que se repitiese lo acaecido en los años 30 del siglo pasado y que, debido a problemas con el proyecto ‘nacional’, la familia tuviera que exiliarse al extranjero.
Pujol, en esta comparecencia, ha pasado por tres fases, seguramente que fruto de un férreo control guionizado desde su bufete de abogados y algún fármaco ansiolítico o miorelajante, ya que apenas ha exhibido sus famosos tics.
La primera han sido treinta minutos de exposición en los que se ha centrado en explicar ‘lo de su padre’, que sufría porque la dedicación a la política del hijo, él, pudiera hacerle perder su, ya entonces, importante patrimonio personal [sic], turno en el que Pujol se ha expresado, leyendo diez folios con total serenidad.
La segunda ha consistido en que cada portavoz de cada partido representado, a diez minutos por banda, le cantara las verdades del barquero con distintas intensidades e intenciones.Grosso modo, como en una crónica taurina, la secuencia ha ido así:
ERC, Gemma Calvet, centrada y elocuente. Ha sido exageradamente jabonosa y dócil con el interpelado y solo ha mostrado algo de arranque al preguntar acerca del porqué de haber hecho la confesión; que si intenta proteger a sus hijos; que quién es el administrador secreto de la fortuna; que cómo se ha podido construir un entramado de veintiocho empresas alrededor de sus hijos y esposa; que si sabía que CDC cobraba comisiones para sus arcas y para financiar sus campañas.
PSC, Miquel Iceta, astuto y claro. Aunque ha comenzado con un ‘aquí usted no es un acusado ni nosotros sus jueces’, le ha exigido que cuente el volumen total de lo defraudado; que dónde están los documentos que acreditan la herencia dejada por su padre; que todo el entramado es demasiado opaco y que esto no es admisible por parte de una ex (la) máxima autoridad catalana durante veintitrés años; y que si el origen principal de la fortuna (la ‘herencia’) fue el dinero que provenía del escándalo de Banca Catalana; y que ‘bancacatalana’ fue la vacuna que se usó para cortocircuitar todo ataque posterior a Pujol y a CDC/CiU, bajo la figura de que era un ataque a Cataluña.
Finalmente, Iceta ha apostillado que no se ha de olvidar que fue un medio de comunicación [El Mundo, NdR] el que afloró los datos y circunstancias periféricas, mientras los servicios catalanes de vigilancia no movían ficha. Ya como remate total ha pedido que los responsables de esas defraudaciones, expolios y delitos sean condenados y devuelvan el dinero.
PPC, Alicia Sánchez-Camacho, puesta y a saco. Ha aludido a una segura e irrebatible trama de corrupción en CDC. Que Jordi Pujol, responsable de la arquitectura del proyecto nacionalista ha mentido a todos y no tiene credibilidad; que en sus treinta minutos de exposición no ha aclarado nada; que si siguen teniendo dinero en paraísos fiscales; que si estos son fruto de los 3, 4% o más de coima, mordida o comisión; qué quién es/era el cuidador de confianza del dinero que había y hay fuera de España… ¿quizás el padre de Artur Mas?; que porqué se ha ensañado con la banca andorrana para evitar que explique las posibles anormalidades de los depósitos allí escondidos y evadidos; que no se haga el honrado, pues si confesó el 25 de julio fue por la presión de la UDEF de la Agencia Tributaria y por lo que apareció en un periódico.
Hasta incluso, Sánchez Camacho, ha soltado fuera de contexto que Pujol engaña en sucurrículum vitae: pues no es doctor, si no solo licenciado en medicina [nota: a los médicos se les suele llamar doctores, aunque no tengan strictu senso un doctorado].
Sánchez Camacho que ha alternado el castellano con el catalán de una forma atolondrada, ha rematado con que no es España la que ‘ens roba’, sino Pujol.
ICV, Joan Herrera, en su tono pausado y reflexivo, ha roto el climax con un “usted no está en condiciones de decir lo que ha dicho, ya que en cualquier supuesto se olvidó de declarar, permitió que su entramado familiar se enriqueciera, y facilitó que su partido se financiara irregularmente”. Además, Herrera ha apelado a la evidente actitud de obstrucción ante la Justicia, ya que ha optado por una defensa penal con abogados de élite como la que usó Millet (el del caso delPalau de la Música).
También ha mencionado nombres concretos para escenificar el montaje depredador, mediante la pregunta de que si hablaba y negociaba con la familia Sumarroca –casta dominante e intocable de Cataluña- a la hora de repartir juego en materia de contratos y prebendas, o con Copisa (constructora) en el terreno de la especulación inmobiliaria o de obra pública. Y ha terminado aludiendo a que no presuma de que confesó, pues lo hizo diez días después de que se destapara todo el tinglado.
Ciutadans, Albert Rivera, fresco y reluciente. Ha empezado diciendo que van a pedir una comisión parlamentaria que vaya al fondo del asunto; que no estamos solo ante el caso Jordi Pujol, que también, sino ante el caso Convergència Democràtica de Catalunya(CDC) o de la coalición CiU y su fuente de ingresos para financiar sus estrategias de propaganda y de puesta en escena de los actos públicos de enaltecimiento del nacionalismo.
Tambien ha fijado la puntería en el hecho de que haya sido ahora cuándo Pujol haya confesado; que no sepamos todavía la fortuna agazapada en Andorra… y ha preguntado que si solicitó trato de favor a algún ex presidente español (¿González?) para que lo defendiera en público (como así fue).
Igualmente ha evidenciado que Pujol ha tenido demasiada impunidad en España; que si Artur Mas formaba parte de la banda [sic] y estaba al corriente de todo este asunto aunque sin enterarse de nada de lo del 3 o 4 u 8%; que de qué venía que Pujol declarase en televisión que ‘si tiro de la manta nos haremos daño’… que ¿quién se hará daño?; que nadie cree su relato; que su fortuna no salió de su sueldo ni tan siquiera de su historia de Tánger –mediante las jugadas especulativas del amigo de su padre, el polaco [sic], según Pujol, David Tenenbaum, que operaba desde allí como evasor y conseguidor de divisas (pesetas por dólares USA) para que la industria textil catalana “pudiera comprar algodón en Egipto o losEE.UU., ya que el de Andalucía y Extremadura no era suficiente y peor”.
Y finalmente, Rivera ha inquirido a Pujol que si piensa devolver el dinero; que ya no era un líder moral; y que lo de ‘això no toca’ (esto no toca –frase recurrente del ex, para salir por la tangente) se ha terminado para siempre.
CUP, David Fernández. Brillante, certero. Ha encendido su mecha con un ‘el oasis catalán es un estercolero con olor a perfume’; y que ‘lo peor es la impunidad de la corrupción’; curiosamente, tuteando a Pujol y no concediéndole ni un ápice de tratamiento, ni por ex cargo ni por edad, Fernández ha soltado un par de ‘tú’ de antología. Igualmente, ha espetado que es consciente que Pujol quedará impune (y que estaba seguro de ello), y que para ellos, CUP; sí es un corrupto miembro principal de tribus de interesados en su propio interés.
Y como colofón ha reventado todo atisbo de autocensura al declarar que “no es suficiente con insinuar pedir perdón, ya que estamos ante un caso de delincuencia de cuello blanco”.
CiU, Jordi Turull. Como era previsible ha iniciado su turno con toda clase de declaraciones de profundo respeto por el compareciente; y que “ahora, con su explicación, sabíamos mucho más que antes”.
Mientras ha disparado a mansalva contra Sánchez Camacho, respecto a si cobraba sobres del ex tesorero del PP, Bárcenas –ahora en la cárcel-, Turrull ha escenificado que el proceso independentista sigue adelante, a pesar de este escollo, a le vez que insistía en el gran servicio que Pujol ha hecho por Cataluña.
El momento más álgido ha llegado cuando ha aludido a que ‘no participarían (CiU) en eselinchamiento público en consonancia con lo de ‘difamar que algo queda’ para neutralizar el proyecto del proceso consultivo [independentista].
Unos segundos explosivos han sido cuando le ha espetado a Albert Rivera, de C’s, que ‘usted ha venido a hacer su spot, en plan justiciero’; y a Sánchez Camacho, que su intervención era evidente que se la enviaban por whatsapp desde La Moncloa.
Al final, final, final, ha optado por parafrasear una cita (?) de Groucho Marx que dice “garanticemos un juicio procedente, y… después lo fusilaremos”.
Una vez terminada el turno seguido de los partidos, le han correspondido al ex honorable otros treinta minutos de réplica.
Entonces, Jordi Pujol ha hecho una mutación nunca vista antes en ningún político del que se tenga archivo audiovisual en los últimos cien años, ergo, desde el Big Bang.
Muy enojado, Pujol ha sacado la fiera que lleva dentro y que explica sus casi tres lustros de control del cotarro.
Primero, ha recordado que había ido a hablar de la herencia (como Umbral de su libro), y que no iba entrar en ‘lo otro’.
Así, muy alterado ha soltado que estaba viviendo una
Causa General.
[1]
Y dando broncas a todo el mundo, gesticulando como si fuera él el fiscal y los demás acusados, alzando la voz y atemorizando al personal, ha declarado que todo esto era un fraude moral… que había venido a hablar de los depósitos de la herencia y que proseguía a hablar de ello, ya ‘sin excitación’.
Así, entre otros, ha mencionado los siguientes argumentos de autodefensa:
1) Que aceptó venir a esta comparecencia voluntariamente.
2) Que nadie le pidió que trajese documentos (herencia, depósitos, propiedades, etc.)
3) Que se había ‘desnudado’ ante la opinión pública.
4) Que ahora, ésta sabía más de lo que sabía antes.
5) Que había tenido un elevado nivel de respeto por el acto, mients que otros no (refiriéndose a Sánchez Camacho que no se quiso someter a una comisión similar por el extraño caso del espionaje en el restaurante La Camarga –de Barcelona– , entre ella y la novia-amante del hijo de Jordi Pujol).
6) Que estaba orgulloso de haber venido.
7) Y que ¡había luchado mucho para disponer de un Parlament; y que por esto había aceptado el envite.
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