Parece que Chávez se le ha aparecido en forma de pajarito (“pajarito” en el dialecto local) al nuevo madamás de Venezuela, el señor Madurando. (¡Que ´pa maduro le falta chico!)
Luego de un breve asombro, la vergüenza ajena me ha invadido por completo y enseguida una cierta indignación. Pero no por Maduro ni por Venezuela, que allá ellos y sus pajaricos o pajaritos fantasmas, sino por nosotros mismos, ya que nuestros actuales dirigentes políticos y gobernantes, que deberían ser los herederos de las cumbres de la cultura occidental, son intelectualmente inferiores al pajarico bolivariano.
Aquí también pasa. A veces habla “Él” desde los cielos. Pero es otro pájaro: el pingüino. No el de Batman que era pequeñico, sino el nuestro: el inefable pingüino K, que fuera de nombre humano Néstor, mientras aleteaba con gracia pingïinesca por la Patagonia y por todo el país.
No puedo negar que algunos peronistas, llegamos a tener un pequeño loro que lograba silbar la marcha peronista para alegría de todos, generando adhesión en el barrio en especial en épocas en las que estaba prohibida aquella melodía, pero juro que nunca le atribuimos ninguna función política y mucho menos mediúmnica al perico con respecto al general Peón ni aún después de muerto. Ni Evita se nos apareció en forma de paloma. No, nada de eso.
El pajarito fantasmal chavista era al parecer Chávez mismo. Así, dejando de lado la rigidez ideológica, las clases dirigentes marxistas bolivarianas han caído en la más bizarra interpretación revolucionaria de lo que ellos creen es la espiritualidad popular. Perdiendo unos cuantos votos claro.
La verdad, yo creía que un comandante se podía manifestar por medio de un cóndor, de un puma, de un jaguar llegado el caso, pero no entrando como pajarico por una ventana, para dar vueltas sobre la cabeza del profesor Jirafales (Quien haya visto el famoso programa mexicano “El chavo del ocho” sabe a qué me refiero) Menos mal que no se le apareció a Maradona, que estaba también en la campaña electoral, porque ¿Se imaginan un diálogo entre el astro y el pájarito comandante? ¿Qué nueva ideología post marxista hubiera surgido de él?
¿Qué dirá el dogma marxista sobre la intromisión de esta especie de espíritu santo revolucionario? No creo que Lenin, Marx, Stalin o el mismísimo Guevara estuvieran al tanto ¿O será lo ocurrido parte de las tácticas revolucionarias post Gramscianas? ¿Qué dirá nuestra presidenta Cristina sobre el pajarito de Chávez? (dicho ésto sin segundas intenciones)
Se sabe que el águila por ejemplo es un bicho que siempre estará sospechado de fascista, pero nada más tierno y ocurrente que una gente cuya ideología ha costado unos cien millones de víctimas, renueve la teología no ya con ángeles, arcángeles o estados de éxtasis místico, sino con un pajarico portador de órdenes precisas, para guiar pajaritamente a nuestra América revolucionaria hacia la victoria.