Una de las más nocivas influencias del liberalismo se produjo en el amor. Por supuesto, no me refiero al amor libre, promiscuo y hippie
Mediante el antisanchismo el PP y sus liberalios llevan a la gente por el camino de ¡Abajo Sánchez! ¡Viva (con retoquitos) el marco sanchista!
Si ser trumpista es el insulto en el cotolengo político español, está claro hacia donde nos llevan.
‘Landismo’. Dícese, por referencia al gran Alfredo Landa, de un cine cutre y tópico. Machista. Pero también atávico. Y además, taquillero.
Somos capaces de convertir el Prado en gastroteca para el chef José Andrés e improvisarle a Jill Biden unas alpargatas.
No pudo extrañar tampoco que Sánchez siguiera la linde de Zelenski.
