Dentro de medio siglo a lo mejor se leerá que en un mitin dispararon fuego real contra un líder podemita, cuyos pacíficos seguidores eran a su vez apaleados por la policía y los matones de la extrema derecha.
Recordemos que Oclocracia es el gobierno no del pueblo sino de la plebe, de ese lumpen del que dice abominar Iglesias mientras lo arrulla e implora su voto.
Uno de los aspectos visibles de ese siniestro culto a la miseria, no ya mental siquiera, sino física, es la moda zarrapastrosa en la que se cultiva y exhibe lo destrozado.
Traducido al español como “El gran engaño”, el libro de Burnett Bolloten, tituladoo en inglés The Great Camouflage, llevaba como elocuente subtítulo "La conspiración conmunista en la Guerra Civil española".